Desde muy pequeño me ha encantado jugar con el agua.
El agua es igual que una bola de cristal, te ayuda a ver cosas. Yo era capaz de pasar horas mirándola, en especial el agua del mar. Me transmitía sensaciones y sentimientos muy profundos.
Tengo la suerte de haber nacido en una zona con playas preciosas. Es difícil escoger porque cada una de ellas tiene su particularidad. Yo me quedo con todas.
Para empezar, si te gustan las playas te puedo recomendar unas cuantas de la zona de Cudillero:
Tienes la Playa de la Concha de Artedo, que se llama así porque tiene forma de concha y está llena de cantos rodados.
A mi una de las que más me gustan es la Playa del Silencio o Gavieiru, porque ese paisaje siempre me ha impresionado mucho por la relajación y la paz que se siente en ella.
En esa zona encuentras también las playas de Gueirúa, la Vallina, la Playa de Oleiros, de la Cueva, y también las playas de Campofrío y Aguilar, que están unidas por la desembocadura del río Aguilar.
También es muy bonita la Playa de San Pedro de la Ribera, y la Playa de Ballota o Riocabo.
Hay muchas playas que puedes visitar, cada una de ellas es especial y en cada una vas a sentir unas experiencias distintas.
No importa que sea invierno o verano, siempre tienen encanto, pero si las puedes ver cuando estén vacías, mucho mejor, porque vas a conectar con la esencia del lugar.
David Trivín